jueves, 27 de febrero de 2014

Dos libros sobre argumentación muy recomendables (Anthony Weston y Ricardo García Damborena)


Sobre el arte de la argumentación la literatura es inabarcable, por supuesto, pero me voy a limitar a recomendaros dos libros que, debe resaltarse, no son los más conocidos sobre la materia pero que son muy ilustrativos a la hora de explicarnos las bases de las diferentes técnicas argumentativas. A saber:

1.- WESTON, Anthony: Las claves de la argumentación, Editorial Ariel, Barcelona, 1994/2001.
 
Sobre este libro lo mejor es transcribir el prólogo que hace el propio autor de su trabajo...


"Este libro es una breve introducción al arte de escribir y evaluar argumentos. Trata sólo lo esencial. Descubrí que, a menudo, estudiantes y escritores no necesitan extensas explicaciones introductorias, sino tan sólo una lista de recordatorios y de reglas. Por tanto, a diferencia de la mayoría de los libros de texto acerca de cómo armar un argumento, es decir, de «16gica informal», este libro se estructura alrededor de reglas específicas, ilustradas y explicadas de una manera correcta, pero, sobre todo, breve. No es un libro de texto, es un libro que estudia las reglas de la argumentación.


Descubrí que también los profesores quieren a veces recomendar un libro de reglas semejante, un ma­nual que los estudiantes puedan consultar y comprender por sí mismos, y que, por lo tanto, no interfiera en las horas de clase. En este caso, una vez más es importante aquí ser breve —la cuestión es ayudar a los estudiantes a escribir un artículo o a evaluar un argu­mento— pero las reglas deben ser expuestas con la suficiente explicación para que el profesor pueda dirigirse a los estudiantes, simplemente, haciendo refe­rencia a la «regla 13» o a la «regla 23», en vez de escribir una explicación completa en los márgenes de los trabajos de cada estudiante. Breve pero autosuficiente, esta es la fina línea que he tratado de seguir.


Este libro de reglas también puede ser utilizado en un curso dedicado expresamente a la argumentación. Necesitará ser completado con ejercicios y con más ejemplos, pero existen muchos textos ya disponibles que están constituidos en su mayor parte o en su totalidad por tales ejercicios y ejemplos. Estos textos, sin embargo, también necesitan ser complementados, justamente, con lo que ofrece este libro de reglas: reglas simples para construir buenos argumentos. Muchos estudiantes salen de los cursos de «lógica informal» sabiendo tan sólo como rebatir (o al menos intentar rebatir) las falacias seleccionadas. A menudo son incapaces de explicar que es lo que esta realmente mal, o de presentar un argumento propio. La lógica infor­mal tiene más por ofrecer, este libro es un intento de sugerir como hacerlo.


Se agradecen los comentarios y las críticas.

Anthony Weston

Agosto de 1986"



2.- GARCÍA DAMBORENEA, Ricardo: Uso de razón: El arte de Razonar, Persuadir, Refutar. Un programa integral de iniciación a la lógica, el debate y la dialéctica, Editorial Biblioteca Nueva, Madrid, 2000.


El título del libro casi hace innecesario hablar de su contenido. En todo caso este libro está disponible on line, en la web siguiente: http://www.usoderazon.com


Es un excelente libro en el que se analizan exhaustiva y minuciosamente las técnicas argumentativas más eficaces así como hace un repaso detallado y crítico de la práctica totalidad des procedimientos más habituales empleados por los sofistas y manipuladores. 


Estas dos lecturas son muy útiles porque permiten descubrir las tácticas y estrategias de argumentación empleadas en los debates, así como nos informan de sus déficits y réditos argumentativos.


Espero que leáis estos dos libros sin prisa, al contrario, son libros de cabecera que deben ser leídos de forma reflexiva, a fin de obtener nuestras propias conclusiones, y, asimismo, son libros que deberían acompañarnos a la hora de encarar un debate o una contienda, dada su gran utilidad. Cordialmente,


Francis Martínez Segovia

miércoles, 26 de febrero de 2014

"Reglas y consejos sobre la investigación biológica. Los tónicos de la voluntad" (por Santiago Ramón y Cajal) [lecturas recomendadas]


Estimad@s amig@s: Creo que para empezar en este empeño de "la investigación científica o seudocientífica" (esto es, por mejor decir, en búsqueda de una cierta correspondencia, de la investigación propia de las ciencias experimentales y aquella otra que hacemos el resto de ciencias no experimentales :-)), se debe recomendar como primera e indispensable lectura un excelente libro que escribiera Ramón y Cajal a finales del siglo XIX. Es muy apasionante su lectura (e, incluso, mucho más que eso, se puede decir que es reconfortante y muy tranquilizante), pues contiene la experiencia del grandioso talento de Ramón y Cajal, que nos regala una serie impagable de admoniciones, que vienen a ser como la luz ansiada que viene a alumbrarnos el camino y a allanar nuestras inseguridades y miedos más tempranos en esta tarea tan desconcertante y estresante que es la investigación, científica o seudocientífica, en sus comienzos.

Dejo aquí el link a esta obra de Ramón y Cajal, que se halla en la excelente web del "Centro Virtual Cervantes", donde tantas cosas gratas e interesantes hallamos gratis, pese a ser tan valiosas (no siempre se advierte cuántas cosas muy valiosas tenemos a disposición colectiva y cuyo uso o disfrute que no cuestan dinero alguno). Yo pagué un precio en su día, un precio que me antojó prima facie algo excesivo por aquel entonces, cuando encontré este libro del que tenía acusada noticia --pero nunca localizaba-- en una de las tantas y magníficas Librerias de Viejo que hay en Madrid. Hoy es un libro imprescindible en mi biblioteca, un libro que conservo requetesubrayado y con muchos post-it en mi despacho y que, puedo y debo ya confesarlo :-), me ha salido a la postre como una de mis mejores inversiones, pues me ha resultado uno de los libros o, en general, cosas más baratas o económicas y, por supuesto, de las más útiles de cuantas tengo en mi vida cotidiana y, en particular, en mi biblioteca personal. Es un libro más que amortizado, financieramente hablando, pero, a su vez, un libro que siempre ha sido y será de aquellos de cabecera, de los absolutamente imprescindibles, es decir, aquellos a los que uno suele y debe recurrir cuando estás más perdido y agobiado. ¿Por qué? Porque inevitablemente en él se halla el consejo útil, amable y empático del insigne Maestro Ramón y Cajal, quien apelaba siempre al gran talento que había --y sigue habiendo, doy fe también de ello-- en nuestro país, pues siempre reiteraba que España no está huérfana de talento sino tan sólo de gente que trabaje con firmeza y determinación, personas que crean en sus posibilidades, que fortalezcan su voluntad y prestamente se deshagan de su pereza, una coartada natural de quien se amilana ante las primeras y más tempranas dificultades que son inherentes a cualquier actividad humana que sea novedosa y requiera un cierto --o, por qué no!, decirlo-- un gran o inmenso esfuerzo.

Éste es el link que os llevará a este grandioso tesoro que nos legó Ramón y Cajal:     http://cvc.cervantes.es/ciencia/cajal/cajal_reglas/

Invito a tod@s a que hagáis/hagamos reflexiones sobre esta grandísima obra de D. Santiago Ramón y Cajal, que fue dirigida a cualquier sujeto que decidiera arrostrar la investigación en Biología, pero que, sin duda, es del todo predicable, absolutamente, respecto de cualquier persona que piense, desee o precise acometer cualquier tipo de investigación, experimental o no experimental.

Disfrutad de su lectura, pues es un placentero acto de descubrimiento de verdades que os harán sentir más tranquilos y menos inseguros, amén de sentir un indudable deleite al destilar la sabiduría que nos brindaba la experiencia de D. Santiago Ramón y Cajal. Un buen vino en odres viejos. 

¡¡¡Eternamente agradecido Maestro Cajal!!! Un abrazo a tod@s y... ¡¡mucho ánimo!!

Francis

martes, 25 de febrero de 2014

El temor de empezar una investigación jurídica y la pasión que llega a generar (una experiencia propia)

Cuando un@ se debe enfrentar a la novedosa tarea de emprender un trabajo de investigación, da igual el alcance mayor o menor de la tarea, empieza a tener, por lo habitual, una sensación incómoda ante una nueva actividad que se atisba compleja. Esa sensación suele ser, la más de las veces, no ya sólo molesta sino que puede llegar a ser, en los peores casos, incluso paralizante o bloqueante. Pues cuando empieza a darse un@ cuenta de donde se ha metido empieza dudar de por qué razón habría decidido tener que hacer una carrera universitaria, pues, ciertamente, ello no le reportará, per se, la felicidad. Sí, las dudas son inherentes al inicio de toda nueva actividad en la vida, pero en el ámbito académico las actividades investigadoras son, sin duda, el mayor reto personal que uno puede arrostrar. Y a las primeras de cambio ya hay algunas personas que son permeables al desaliento más inmediato, por lo que se precipitan a tirar la toalla ya al principio. Ocurre, sí. Pero también los más empiezan con esos novedosos y desafiantes cometidos, claro que sí, porque al fin y al cabo el ser humano es capaz, si tiene paciencia y tiene humildad, de alcanzar con mayor o menor excelencia sus objetivos y desarrollar destreza, en cualquier habilidad o competencia nuevas. 

Sólo se requiere confiar algo en sí mismo, no tener miedo al fracaso, saber tolerar las contrariedades que todos tenemos y tener una decidida voluntad de trabajar y aprender. De abrirse, de descubrir nuevas realidades, nuevos mundos, en este caso uno muy particular: el mundo de la investigación jurídica. Un mundo en el que yo habito y me siento muy cómodo, pero en el que, al inicio, me sentí no ya extraño sino un inadaptado, un inmigrante en tierra foránea, sin amigos cómplices, sin una comunidad que le arrope y aliente en los malos momentos. Debo decir que mi desembarque en este mundo de la investigación, tan fascinante ahora para mí, fue con el objetivo más pretencioso que el de hacer un simple trabajo de investigación, como ahora muchos tendréis que hacer en mis asignaturas (a saber: de un lado, la de "Cooperativas y otras Formas de Empresa" en 5.º de Licenciatura de Derecho y, de otro lado, la de "Responsabilidad Social de la Empresa" en el Grado de Relaciones Laborales), pues me puse como meta la realización de una tesis doctoral. Es decir, para empezar... ¡¡¡la maratón!!!

Al final da igual, el tamaño o el empeño a encarar, el método es el mismo, el procedimiento a seguir no varía, sólo el tiempo que uno debe invertir. Nada más.

Espero poder guiaros, lo mejor que pueda, en estos menesteres. Difícilmente lo haré tan bien como lo ha hecho conmigo mi querido maestro, el Profesor Dr. Gaudencio Esteban Velasco, Catedrático de Derecho Mercantil, un extraordinario ejemplo académico y de vida. No podría ni siquiera acercarme a su Magisterio al actuar como guía en vuestra investigación, pero sí que intentaré trasladaros las enseñanzas, advertencias y cautelas que Él me transmitió a mí. Espero que os sea de tanta ayuda como mi Maestro lo ha sido y es para mí. 

Mucho ánimo... no olvidéis que el miedo se sacude, se desprende casi inmediato cuando cambia de actitud y en lugar de ver un problema advierte una oportunidad magnífica. En este caso lo es: iniciais una nueva aventura lleva de inseguridades tempranas, de deleites más o menos inmediatos, de dudas habituales y compañeras, de certezas enorgullecedoras, de satisfacciones impensables y, a veces, de amargas tristezas. Todo esto y mucho más es la aventura de la investigación... podréis entender mejor por qué me atrae magnéticamente esta actividad y la vivo como lo mejor que puede hacer una persona inquieta y con ganas de aprender y descubrir el mundo. 

Este es mi mundo, sí: un mundo jurídico, fascinante, pero muy muy partícular. Que cada un@ construya el suyo, si lo hace bien, será su mejor descanso y su destino recurrente y habitual. Feliz viaje querido amigos... venga... embarcad!!!

Un abrazo fuerte a tod@s y todos mis mejores ánimos y deseos.

Francis Martínez Segovia